'Fábrica Hotel', proyecto ganador del Premio CICOP Chile 2015

Escrito por ArchDaily Team

Con la propuesta 'Fábrica Hotel', la arquitecta brasileña Paola Maia Fagundes -co-fundadora de AH! Arquitetura Humana- se adjudicó el primer lugar del CICOP Chile 2015, concurso organizado por el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio, quien busca fomentar la realización de proyectos de título presentados entre 2013 y 2015 que intervengan áreas o bienes de valor patrimonial

La propuesta de Fagundes rescata la primera fábrica de hilandería y tejeduría de lana en Brasil. "El proyecto siempre estuvo allí [...] Surgió una arquitectura silenciosa, de reencuentro con el pasado y con la memoria, revelando lo que estaba casi destruido tras los años de descuido", explica la autora.

Memoria oficial [extracto]: veo en las ruinas de la antigua fábrica Rheingantz -fundada a finales del siglo XIX- historias de obreros y maestros que allí construyeron sus vidas. Ubicada en la ciudad de Río Grande, en el extremo sur de Brasil, fue la primera fábrica de hilandería y tejeduría de lana de dicho país. En su patrimonio vemos un amplio complejo industrial con una política de vivienda muy significativa para los patrones de la época, con una villa obrera incorporada en su planta industrial. Tras la crisis financiera en el Estado de Rio Grande do Sul en 1970, la fábrica entró en decadencia y abandono. Los daños producidos por ese olvido se hacen patentes aún hoy por el alto grado de depreciación.

En la antigua fábrica de texidos Rheingantz, somos transportados a un tiempo que ya pasó al sentir su textura y olores. Caminando por sus abandonados corredores, como si fueran las calles de una ciudad antigua, aún se pueden apreciar maquinarias, mobiliarios y documentos. En esos espacios misteriosos y seductores sentimos el “alma de la fábrica”, la de aquellos que allí trabajaron y vivieron. Así, a partir de la vivencia en el espacio arquitectónico y de la comprensión de la historia de ese conjunto industrial, se elaboró el proyecto “Fábrica Hotel”.

El proyecto siempre estuvo allí, pero fue necesario comprender qué quería decir ese espacio, leer la pátina del tiempo, notar la volumetría de la preexistencia, ver la horizontalidad del encuentro de cielo y mar, escuchar el murmullo de las aguas. Surgió así una arquitectura silenciosa, de reencuentro con el pasado y con la memoria, revelando lo que estaba casi destruido tras los años de descuido.

Antes de desarrollar el proyecto, se definieron usos para todo el complejo obrero, proponiéndose un espacio de convivencia social, bienestar y ocio que reuniera a personas de diversas edades y clases sociales en un mismo lugar. Se dedicaron a los jóvenes, niños y adultos mayores el Atelier de Arte y el Centro de Danza y Música; al desarrollo turístico, el Museo Complejo Rheingantz y la Fábrica Hotel. A la población de bajos ingresos; los talleres de tejeduría e hilandería, con una tienda para la venta de los productos elaborados. En cuanto a la cultura y el entretenimiento, se proyectaron una biblioteca, una mapoteca y un cine. En el interior de uno de los pabellones, nacieron y crecieron árboles y, entonces, para ese lugar se propuso un jardín cubierto y espacios comerciales y gastronómicos. Un uso bien diversificado de esos espacios puede ser el secreto para el éxito de ese centro cultural.

Tras el zoneamiento que definió los nuevos usos para el “Centro de Cultura, Lazer, e Serviços Rheingantz” (Centro de Cultura, Ocio y Servicios Rheingantz) y a partir de la investigación "Quanto Vale um Patrimônio Cultural? O Caso da Fábrica Rheingantz em Rio Grande - RS” ("¿Cuánto vale un patrimonio cultural? El caso de la fábrica Rheingantz en Río Grande, Rio Grande do Sul, Brasil"), citada en el ítem de fundamentos, se escogieron dos edificaciones representativas para albergar el futuro proyecto: la oficina central, edificación imponente que sobresale en el acceso a la ciudad; y el Pabellón ubicado al fondo del “complejo obrero”, por su conexión directa con el nuevo barrio que proyectará la compañía inmobiliaria que adquirió las tierras.

Las dos edificaciones que componen el proyecto estarán conectadas por una grandiosa pasarela que unirá lo antiguo a lo nuevo. Su linealidad remitirá al paso del tiempo, recordando los rieles del tren de la estación ferroviaria (la fábrica se estableció en este sitio justamente por estar cerca de la estación ferroviaria y esta integra el área territorial poligonal delimitada por la declaración del Instituto de Patrimonio Histórico del Estado de Rio Grande do Sul - IPHAE RS). La pasarela terminará en un mirador y espejo de agua, un encuentro con el mar. Al caminar por ella, la vista superior de los pabellones y callejas nos permite ver y entender el transcurso de la historia, los diversos períodos, pues vemos pabellones con características, eclécticas, art déco, entre otros.

La principal intervención está prevista para el pabellón del fondo (este lugar no está incluido en el área territorial poligonal delimitada en la declaración del IPHAE RS y, por lo tanto, podrá ser demolido si así lo decide el actual propietario). El proyecto prevé algunas transformaciones, a partir de la interpretación de la volumetría, dejando legibles los diversos estratos de la historia. Su estructuración se basó en la tesis de Maestría de Vivian S. Paulitsch, “Rheingantz: Uma Vila Operária em Rio Grande” ("Rheingantz: una Villa Obrera en Rio Grande"). En este trecho, Vivian Paulitsch describe los pabellones de la fábrica, releídos para el proyecto del hotel: “pabellones aislados, paralelos unos a otros, bien ventilados, con cubierta ‘SHED’ y excelentes condiciones de iluminación natural”. Fruto de la interpretación de este trecho, el añadido cuenta con tres bloques principales (hotel, aparthotel y recepción), aislados y paralelos unos a otros con cubierta a dos aguas (refiriéndose al tejado SHED).

'Fábrica Hotel', proyecto ganador del Premio CICOP Chile 2015 - Imagen 8 de 17 — Lámina 01. Image Cortesía de Paola Maia Fagundes

Mientras la pasarela será de acero corten y vidrio. Para la nueva intervención en el pabellón (hotel, aparthotel y recepción) se optó por el hormigón, mimetizando la obra con pureza de línea y diseño. Para enfatizar el carácter histórico del proyecto, los volúmenes en los que se sitúan el auditorio y el área de convivencia estarán revestidos de tejas y ladrillos macizos reciclados, obtenidos de los pabellones que ya se han desmoronado, visto su alto grado de degradación.

Las paredes de la preexistencia deben ser vistas como protagonistas de su historia; por eso, se decidió conservar la pátina del tiempo, sin máscaras o tintas. Las paredes expresan, así, su edad y su origen.

'Fábrica Hotel', proyecto ganador del Premio CICOP Chile 2015 - Imagen 9 de 17 — Lámina 02. Image Cortesía de Paola Maia Fagundes

En esta nueva arquitectura, el dibujo de los espejos de agua hace referencia a las canaletas de aguas pluviales ubicadas en el corredor central de la fábrica y, al mismo tiempo, nos remiten a la cercanía del mar. Los espacios abiertos (patios) son complementados con diseños de piso en los que se usan sobras de rieles ferroviarios para realizar las marcas. Conchas y pedregullos provenientes de la orilla de la laguna Saco da Mangueira también complementan el paisajismo. En la visita al lugar, se fotografió un árbol que nació en el centro de un engranaje de una vieja máquina. En virtud de casos como ese, sin intervención humana, el paisajismo estará marcado por arbolizaciones envueltas en engranajes.

Entre el patrimonio y lo contemporáneo, este espacio fue creado para ser un lugar de vivencias sociales que trascienden la geometría. Este proyecto se inclina ante las edificaciones que allí estaban en una reverencia humana, silenciosa y memorable.

“Hilando” esos recuerdos, el proyecto contribuye a que se asegure el derecho a la memoria y a la historia como necesidad humana.